sábado, 28 de marzo de 2020

CUARENTENA EN ARGENTINA

La paranoia del encierro me tiene desvelada y ya no se que dia es...
Recorro cada esquina de mi casa y me hago crockis, de paso veo que falta en la heladera para tener una excusa, la excusa del quesito que le falta a los fideos o al arroz, tan solo para despejarme un rato.
Hago comida de mas porque a pesar de vivir sola, nunca lo estuve por completo. La cuerentena me encuentra con la soledad mas profunda, la de mirarme al espejo para no sentirme sola.
soy flexible con las horas, hago lo que tengo ganas aunque no sepa que hacer. El sueño se fue cambiando y ahora vivo mas de noche.
En la noche siento otra energia, cuando todos duermen, me siento libre en mi jaula.
No hay nada que consuele mas mi aburrimiento que el placer de mirar un punto fijo y perderme en los detalles de su todo.
Estos dias aprendi mucho de simon, mi fiel canino, desesperado cada vez que abro la puerta, pienso - que injusta que fui.
El encierro fortalece nuestro vinculo y en sus ojos azabache encuentro el amor al que pertenezco.
La casa me mira con recelo y espera que la deje en paz.
el hecho de no trabajar me hace sentir inservible mientras las cuentas corren. Corren los numeros pero no los del tiempo.
Es el noveno dia y parece recien el tercero. Siento que la casa se ensucia mas rapido y la basura parece la de una familia entera.
Nada me consuela en la incertidumbre, pero me resguardo por mi seguridad y por la de mis seres amados.