martes, 6 de diciembre de 2016

El dia que vuelva.

Hace ya un tiempo, bastante largo para mi, decidió el, ponerle fin a lo nuestro.
Yo quise antes acabar con la relación, antes de enfermarme mentalmente, es que entre tantas vueltas, ya no daba para mas. Me enferme de todas maneras.
Lo cierto es que me agarro desprevenida, y todas mis ilusiones se fueron desprendiendo de mi, al cabo de días dejándome al desnudo, débil, sin energía.

Fui un blanco fácil, para algunos vampiros energéticos.

Creí nunca salir de ese pozo depresivo, en el cual no quiero abundar con detalles, porque con solo recordarlo atraigo esa energía pesada a mi cuerpo.
Hace un mes, empezó a aparecer y a dejar rastros de su existencia, como si fuera fácil tomar un café luego de tanto.  No fue el tiempo, fue lo que sucedió.

Lo cierto es que el si quisiera, ya no podría tomar un café, con lo que el cree que sigo siendo,  y disfrutarlo de la misma manera, claro. Ya no soy la misma. En ningún sentido soy la misma. Ya no me agradan, las conversaciones que tenia hace un año, ya no me llenan las personas como el, aunque físicamente lo amo. Lo amo por lo que fui con el. Lo amo porque era como magia.
El día que el pretenda charlar, deberá conocerme de nuevo. Deberá preguntar mi color favorito, mi comida favorita, en que creo , que escucho, y mis aspiraciones. Deberá conocerme, de nuevo, el día que vuelva.

Porque cambie el Rosa, por el verde y las milanesas napolitanas, por las papas con chedar y verdeo. Las películas de terror de hecho ya no me gustan ( Y creo que en eso vamos a estar de acuerdo al fin)
Ya no creo mas "en nada".Ahora creo en la energía. (Y ahí deberé contarle por que, y la situación tan dura que me llevo a despertar la conciencia, también deberé explicarle que es el despertar, tratando de utilizar las palabras correctas para no herir su "cristiandad"). Deberé contarle que ya no sueño con ser cantante, que ahora solo quiero escribir un libro y borrar mis canciones. Deberá entender que ahora aspiro a viajar por el mundo y que ya no quiero una familia, que no deseo ser madre. Deberá entender que ahora me gusta estar callada, y prefiero escuchar tango mientras escribo. Tendré que contarle como soy, pero no va a ser tan fácil como contárselo a un desconocido, porque voy a tener que justificar cada uno de mis cambios con el pasado que no conoció. Con ese hueco de tiempo donde el no estuvo y pareció no importarle mi existencia, con ese bache donde el fue un completo desconocido, al que necesitaba mas que al aire. Deberé explicarle mis ataques de pánico repentinos, y mis nuevos miedos. Deberá entender, o deberá marcharse.

Pero luego pienso, que no es sano, ni para mi envase, ni para mi alma, remover tanta mierda de estos meses. Es mejor conocer a alguien nuevo, sin tantas explicaciones. Pero también amo que conozca mis raíces.
Creo que ya no podría, mantener una charla con el, porque preferiría llorar en silencio, como volver ami después de tantos obstáculos. Mientras que el pensaría, que solo quiero reprochar su ausencia, en mi cambio.
Pero el no tiene la culpa, tal vez, debía pasar. Deberá ayudarme, o darme paso a seguir experimentando el vaivén de la vida y la muerte. Morir en algún cambio y renacer en otro. Entender la vida, entender la muerte, entender que todo cambia, nada permanece. Por eso dudo que al siguiente café siga siendo la misma, y dudo aun mas, permanecer a su lado, con todo el dolor del mundo. Pero no mas dolor, que el que sentí aquellos meses..

Aveces anhelo el día que vuelva....



Lucia T.

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