Estar envuelta en el fin del circulo de una relacion toxica es difícil, sobre todo porque es la instancia mas importante, en la que uno decide, si volver a repetir el mismo patron o cortar los lazos para siempre.
Me veo envuelta en un ciclo de violencia que no termina, porque hay algo que me impide soltar.
A veces pienso que mudarme de casa seria algo positivo, de hecho quiero vivir en un vecindario mas sano, con el que me pueda sentir en paz, pero el solo pensar que dejaría de habitar en un lugar que alguna vez me hizo feliz me mantiene indecisa. Y esa sensación hace que no pueda soltar.
Vivir arraigada a la idea que planificamos juntos me hace intentarlo una y otra vez, me hace pensar que existen los motivos.
Esos motivos que idealizamos, ahora me doy cuenta, que no son mas que utopias en el medio de un torbellino que no nos va a llevar a nada.
Todo se repite una y otra vez, como si hubiera elegido vivir el mismo infierno del que salí.
Ya no siento nada y mis energías se agotaron, el torbellino me ha dejado sin motivaciones y me ha abierto los ojos con cinta scoch.
Me freno para llorar y culparme por lo mismo de siempre, pero ya nadie entiende, ya me he quedado prácticamente sola.
Las personas que se quedan a mi lado son de mi sangre, y ellos me levantan una y otra vez a cambio de nada. Solo rezan para que lo suelte.
Me arden las entrañas cada vez que quemo en mi memoria los recuerdos, me punza el corazón y alma se me arruga.
Solo deseo su felicidad absoluta, y claro, también la mía.
Escribirle que me hizo daño, pero psicológicamente fuerte.
Que gracias, pero que nos despidamos. O no, mejor que se vaya.
Que vuele lejos.
Me veo envuelta en un ciclo de violencia que no termina, porque hay algo que me impide soltar.
A veces pienso que mudarme de casa seria algo positivo, de hecho quiero vivir en un vecindario mas sano, con el que me pueda sentir en paz, pero el solo pensar que dejaría de habitar en un lugar que alguna vez me hizo feliz me mantiene indecisa. Y esa sensación hace que no pueda soltar.
Vivir arraigada a la idea que planificamos juntos me hace intentarlo una y otra vez, me hace pensar que existen los motivos.
Esos motivos que idealizamos, ahora me doy cuenta, que no son mas que utopias en el medio de un torbellino que no nos va a llevar a nada.
Todo se repite una y otra vez, como si hubiera elegido vivir el mismo infierno del que salí.
Ya no siento nada y mis energías se agotaron, el torbellino me ha dejado sin motivaciones y me ha abierto los ojos con cinta scoch.
Me freno para llorar y culparme por lo mismo de siempre, pero ya nadie entiende, ya me he quedado prácticamente sola.
Las personas que se quedan a mi lado son de mi sangre, y ellos me levantan una y otra vez a cambio de nada. Solo rezan para que lo suelte.
Me arden las entrañas cada vez que quemo en mi memoria los recuerdos, me punza el corazón y alma se me arruga.
Solo deseo su felicidad absoluta, y claro, también la mía.
Escribirle que me hizo daño, pero psicológicamente fuerte.
Que gracias, pero que nos despidamos. O no, mejor que se vaya.
Que vuele lejos.
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